ZEC y ZEPA Sierras Meridionales de Álava - natura2000

Este espacio está formado por varias sierras diferenciadas, de altitud moderada (700-1.400 m). Una de cuyas principales características es que constituyen una barrera biogeográfica de primer orden gracias a su orientación preferente este-oeste, que frena la influencia climática oceánica. Esto se traduce en las características de la vegetación, de tipo atlántico en el norte (hayedos) y mediterráneo en el sur (quejigales y encinares). La sierra más occidental es la de Cantabria-Toloño. Tiene un relieve escarpado y abrupto en la ladera sur, más tendido en la vertiente norte. Separa las comarcas de la Montaña Alavesa y Rioja Alavesa, dejando una fuerte impronta en el paisaje ya que cierra la amplia depresión del Ebro.

La sierra de Kodes, situada al este, puede considerarse como la prolongación oriental de la de Cantabria-Toloño. Separa el valle agrícola de Campezo de los homólogos navarros correspondientes a los ríos Linares y Odrón, de forma que es la parte alavesa de la sierra la incluida en esta ZEPA. La Sierra de Santiago de Lokiz, a caballo entre Álava y Navarra, es una amplia extensión montañosa paralela a la de Entzia-Urbasa, cubierta por amplias masas boscosas en sus laderas. Separa los valles agrícolas de Arana y Campezo.

Importancia

Uno de los criterios ornitológicos principales para la selección de este espacio es la potencialidad que presenta para la recuperación del águila-azor perdicera. Esta especie es una de las más amenazadas de extinción en la Comunidad Autónoma del País Vasco, habiéndose detectado un marcado declive también en el resto de España. Actualmente sólo una pareja cría en este área, pero se han llegado a identificar otros cuatro territorios antiguamente ocupados.

Otro de los motivos sobresalientes es que constituye una de las zonas de presencia más regular del Quebrantahuesos en Álava, con observaciones repetidas de ejemplares procedentes de núcleos navarros. Se presume que esta zona puede ser de interés para una hipotética dispersión de la especie hacia la Cordillera Cantábrica o el Sistema Ibérico, e incluso que a medio plazo pudiera ser recolonizada. Estas sierras constituyen el último obstaculo orográfico para los vientos húmedos dominantes del norte y noreste, una vez salvadas por estós otras barreras montañosas y tras haber perdido buena parte de su húmedad atmósferica.

Por ello, constituyen una barrera biogeográfica de primera magnitud. Se produce una confluencia clara entre especies típicamente atlánticas, sobre todo en sus alturas y laderas septentrionales, y otras mediterráneas, que se distribuyen principalmente por las solanas medias y bajas. El aceptable estado de conservación en el que se mantienen muchos de sus hábitats, la abundancia de roquedos y ambientes rupícolas y la orografía abrupta que caracteriza parte de este territorio lo convierten en un área muy interesante para los vertebrados. La riqueza faunística es elevada. Sobresalen las poblaciones de aves rupícolas, pero también hay buena representación de avifauna forestal, dada la extensión de las masas boscosas